Diego van der Laat, revés de la arquitectura

Este joven arquitecto combina el diseño arquitectónico con la literatura, y hace tan bien ambas que este año fue galardonado con el Premio Nacional en Cuento, al tiempo que desarrolla un megaproyecto social arquitectónico al sur de San José.

Diego van der Laat, revés de la arquitectura

En su familia predominan los profesionales en ingeniería, pero él gusta del arte, la música, la literatura.

Parecería que este fue un largo camino para llegar a la arquitectura, pero –como dice este enjuto arquitecto-literato–, ambas pasiones estaban inequívocamente unidas, enlazadas, acompañadas, sujetas… Cuando “descubrió” la arquitectura, todos los círculos vocacionales se cerraron como una llave mágica: la arquitectura tuvo la magia de abarcar todos los planos, todos los textos, todas las intenciones surgidas de su alma.

Diego van der Laat, revés de la arquitectura

“Desde que estaba pequeño me interesaba el trabajo de los músicos y de los pintores, no tenía tan cercana la arquitectura y cuando entré a la universidad, la descubrí. Ella abarca mi manera de ver las cosas”, confiesa Diego, ante la pregunta de Revista Image sobre cómo nació su vocación.

Para un espíritu intuitivo que sigue su corazón, es difícil conectar la razón para encontrar la respuesta a una pregunta que puede resultar compleja. Pero Diego superó la pequeña consternación.

Diego van der Laat, revés de la arquitectura

Creatividad e irreverencia

Graduado de la Architectural Association School of Architecture de Inglaterra hace 10 años, este joven profesional inspira sus diseños en un acercamiento a las propuestas de manera integral y multitextual, de acuerdo con lo que plantee el concurso o el cliente. “Todo acercamiento es distinto”, aclara.

Diego van der Laat, revés de la arquitectura

En arquitectura, al contrario de la literatura, el proceso inicial de propuesta es muy largo con diagramas de ideas que se van desarrollando, mientras que en la literatura el proceso es totalmente opuesto y libre, sin saber qué va a pasar dos párrafos después.

“El acto creativo se da en el ejercicio de escribir, mientras que en arquitectura hay que ponerle mucha cabeza al principio de las conceptualizaciones, y luego se aterrizan esas ideas; la parte del edificio entra al final y la arquitectura está antes; es decir, todo lo que va gestando el edificio hasta lograr una propuesta final”, explica.

De palabra abundante y con frases cargadas de imágenes, Diego y su equipo de trabajo desarrollan propuestas arquitectónicas a nivel local e internacional bajo la firma Sanjosérevés. Fundada hace nueve años, su oficina es una especie de plataforma integral de trabajo en equipo, lejos del concepto de las firmas que surgieron alrededor de un gran nombre.

Diego van der Laat, revés de la arquitectura

Sanjosérevés tiene clientes comerciales públicos y privados a quienes procuran dar el mejor servicio posible de manera ágil y eficiente; “ese es Sanjosé”, corrige Diego. Revés es la parte creativa, innovadora e irreverente de la oficina, la que vive de lo que Sanjosé gana.

“Revés es para participar en concursos de ficción arquitectónica, con la única intención de cuestionar el concurso en sí; allí sentimos toda la libertad de crear y proponer aunque sea un resultado arquitectónico que no se vaya a construir nunca”, explica su fundador.

Diego van der Laat, revés de la arquitectura

De hecho, han ganado varios certámenes a escala global, uno de ellos fue el de la reutilización de un submarino nuclear en un lago en Asia. “Nosotros sabíamos que la mayoría iba a proponer usarlo como un monumento para la paz, pero nosotros sugerimos usarlo como una máquina –lo que es–, para bombear agua del mar Caspio para devolverla al lago Aral que secaron años atrás y que significó una tragedia para esas comunidades”, cuenta van der Laat.

Situado en Asia Central, entre las fronteras de Kazajstán y Uzbekistán, el mar Aral era el cuarto lago más grande del mundo. En los años 60, el agua de los grandes ríos ─el de la región Syr Darya y el Amu Darya─ que alimentaban el mar de Aral, fue desviada por las autoridades de la ex Unión Soviética para irrigar millones de hectáreas dedicadas a la producción de algodón y otros cultivos, lo que provocó una disminución paulatina del mar hasta quedar completamente seco.

Los cambios que sufrió esa zona fueron documentados a través de imágenes satelitales de la Nasa que evidencian que el lago se fue secando hasta provocar su desaparición en el 2014. Esto ha sido considerado por el movimiento ecologista internacional como una de las peores tragedias ecológicas y acuíferas de la historia.

“Uno de los jurados dijo que nuestra propuesta era una bofetada para la arquitectura, pero para nosotros ese concurso no tenía sentido. Ese submarino no se puede mover, son inmensos. Nos sentimos muy cómodos haciendo estas propuestas, porque es muy libre, aunque es muy raro lo que sucede, eso de ganar concursos pero no se hacen”, se dice a sí mismo el arquitecto literato. Sin duda, Revés es para soltar la creatividad y cultivar la irreverencia.

Proyectos más importantes

Con solo nueve años de abierta, Sanjosérevés goza de muy buen crecimiento y un curriculum envidiable para una firma tan joven, lo que demuestra que la creatividad y la irreverencia dan sus frutos.

Entre sus proyectos más destacados e importantes, en todos los sentidos, están la conceptualización y ejecución del Parque La Libertad en Desamparados. “Son 32 hectáreas en Desamparados y cómo está impactando en esas comunidades donde los vecinos se están apropiando del parque. Es nuestro proyecto más importante por el momento y ello se debe a las condiciones en la que lo ganamos, porque somos tres personas jóvenes que competimos contra empresas grandes, algunas asociadas con otras firmas internacionales“, explica Diego van der Laat con un orgullo que impregna brillo a sus ojos.

Ellos idearon toda la conceptualización de los edificios y la distribución de los espacios, pensando en las comunidades del sur de San José, con el fin de impactar positivamente en esa zona de alta densidad poblacional y muy popular. Si bien es un proyecto de mediano y largo plazo, lo que se ha desarrollado ya está generando efectos muy positivos. Allí se imparten muchos tipos de capacitaciones y se generan encadenamientos productivos para la comunidad, además del espacio recreativo y artístico que disfrutan cotidianamente.

Otra propuesta arquitectónica de esta oficina fue la conceptualización inicial del Museo del Jade, ubicado sobre la avenida central, contiguo a la Plaza de la Democracia.

Oficio de escritor

Ante la pregunta de cuál es su oficio como escritor, Diego se sorprende y niega tenerla. Sin embargo, al tratar de explicarse, encuentra la respuesta: “Trabajo mucho en la oficina y escribir me ayuda a vaciar la cantidad de cosas que a veces ando en la cabeza. La literatura me enfoca”, asegura.

Diego van der Laat, revés de la arquitectura

Sus primeros pinitos como escritor “serio” los desarrolló en varios talleres de narrativa, pero los que más le han ayudado son los del poeta Luis Chaves, a quien conoció hace 10 años. Han hecho varios trabajos juntos y se hicieron muy amigos.

“Uno no aprende a escribir en un taller, pero allí se comparten los escritos con otras personas y tal vez por venir de arquitectura que es una carrera de mucho bullying académico, uno viene acostumbrado a que le despedacen todo, así que me resultó fácil acostumbrarme a la dinámica del taller y las críticas de los compañeros”, añade.

El oficio de escritor, al igual que el de arquitecto, le han deparado muchos satisfacciones a este profesional, quien el mayo próximo subirá al escenario del Teatro Nacional a recoger el Premio Nacional de Cuento 2015, una especie de revés de sí mismo.

Close up

Diego van der Laat (San José, 1979)

Arquitecto graduado de la Architectural Association School of Architecture (Reino Unido, 2006).

Su trabajo ha sido reconocido internacionalmente y su firma sanjosérevés (2007) es la responsable de la conceptualización del Museo de Jade y Arte Precolombino (2012), así como del plan maestro para el Parque Metropolitano La Libertad (2009). Este proyecto, ubicado en Desamparados, obtuvo una Mención de Honor en Diseño Arquitectónico en la XI Bienal de Arquitectura Costa Rica 2012.

Una mención de honor en la Biennial Sao Paolo 2003 y el tercer lugar en la Biennial Beijing 2004 son otros de sus logros, así como el primer lugar en el concurso MATTERBETTER Typhoon Class Submarine (2014).

Ha publicado dos libros de ficción corta, Reparticiones (Germinal 2015) Premio Nacional Aquileo J. Echeverría 2015 y 11 (Editorial Ambigú 2015).